«La mayoría de fondos de inversión están más interesados en cobrar comisiones que en obtener una buena rentabilidad a sus inversores»
David Swensen
Una de las virtudes del buen inversor es conocer en profundidad los productos en los que invierte. En este sentido, los costes son uno de las aspectos que debemos analizar antes de contratar cualquier fondo de inversión. Lamentablemente, esta es una de las características más ignoradas por la mayoría de personas que se inician en el mundo de la inversión.
Mientras que la rentabilidad pasada no nos dice gran cosa sobre el comportamiento futuro de un fondo, los costes son un factor fundamental. Diferencias aparentemente sutiles a los ojos del inversor inexperto pueden ser críticas a largo plazo.
Como se trata de un tema bastante largo, he decidido dividirlo en tres partes:
- Las comisiones
- Los gastos
- Ratios de costes globales
En esta primera parte veremos qué tipos de comisiones hay, cómo se aplican y cuáles son sus valores máximos según la ley.